Anotaciones Incendiarias

incendiarias

Palabras del autor

Este libro nació como una necesidad.

Primero, una necesidad de poner en un texto algunas ideas que se me fueron formando desde que tomé contacto con el campo literario sanjuanino, y que después de muchas prácticas cuajaron momentáneamente.

Al mismo tiempo, se me dio por experimentar con algunas formas textuales más fragmentarias, menos explicativas, como para desenmascarar un poco el sentido pedagógico que se supone que deberían tener textos como este.

Y también la necesidad de tener un punto de partida para un debate que, me parece, nos hace falta, aunque muchas veces me frustro viendo que nadie está dispuesto a llevarlo adelante.

Se distribuyó desde un principio de forma gratuita, aunque también hay dando vueltas algunos ejemplares en papel (cuyo precio casi casi equivale a su costo). Como para que nadie tuviera excusa y dijera que no lo recibió.

Las repercusiones (al menos las que me llegaron directa o indirectamente) fueron pocas, y no creo que me corresponda enjuiciarlas (las estaría negando, en algún punto). Sí siento que alguna gente esperaba, cuando leyó el texto, un vademecum de autores «Sí» y autores «No». Pero las anotaciones no son un ejercicio de crítica literaria, o sí, pero no sobre textos, sino sobre lo peligroso que puede ser la ausencia de discurso crítico, o bien, de una mirada sobre la literatura que trascienda lo meramente estético e involucre cuestiones sociopolíticas como la acción de los medios, la educación y el Estado.

También agregaría que las respuestas fueron, por decirlo de alguna forma, asistemáticas. Las personas que ocupan espacios de poder y que podrían capitalizar una discusión de este tipo no lo hicieron, los que se manifestaron públicamente a favor lo hicieron desde un fervor fugaz y poco perseverante y los que se manifestaron públicamente en contra intentaron forzar una lectura en favor de sus propias ideas o disciplina, dejando muchos baches interpretativos rellenados con chicanas y opiniones personales devenidas quién sabe de donde. No estoy queriendo decir que el texto, por su calidad, se merezca más que eso, pero no puedo dejar de mirar lo que pasó a su alrededor como un síntoma más del comportamiento usual del campo literario local.

De todas maneras, a más de un año de su escritura y publicación, sigo creyendo que el texto se defiende (léase, puede ser leído e interpretado, si esa es la intención). Por eso está acá, por eso lo sigo distribuyendo.

Para leer, imprimir, comentar, rezongar, perseguir, destruir y amenazar, siga el siguiente link: anotaciones-incendiarias-damian-lopez

Deja un comentario